Cae la lluvia un día de verano
dibujando su nombre en los cristales,
y entre bruma y paisajes irreales
busco encontrarla en un lugar lejano.
Las gotas crean un rumor borgiano
recitando poesías sensuales,
mientras la brisa mueve los rosales
hay magia en ese ambiente diluviano.
Un rayo enciende el cielo lacrimoso
y en un ensueño veo su figura,
cual mensaje cálido y amoroso.
Y al recordar mi triste desventura
siento dolor en ese entorno acuoso,
envuelto en su sonrisa y su dulzura.
Finalista X Certamen de Sonetos. Francisco de Quevedo.
Incluido en el libro: Haikus y Sonetos CII.
Letras como Espada. España. Abril 2024.
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