Me gustaba porque lo vi muy elegante, bien vestido con traje y corbata. El colectivo estaba lleno de pasajeros y quedamos muy juntos, apretados en el lugar. Yo estaba nerviosa mientras lo miraba de reojo haciéndome la disimulada para que no se de cuenta. Estuve poco tiempo parada junto a él, porque a las pocas cuadras aproveché para dejarme arrastrar por la oleada de gente que bajaba. A veces las apariencias engañan. Parecía que tendría más dinero, pero en su billetera solo habían unos pocos pesos.
Finalista VII Certamen de Microrrelatos. Tiempo nuevo.
Incluido en el libro Pájaros del verano.
Letras como Espada. España. Julio 2021.
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