El escritor estaba recorriendo con su coche un camino de montaña por las Sierras Argentinas de Córdoba, a fin de inspirarse en la creación de un poema que describiera fehacientemente todo ese paisaje. Fue luego de una curva pronunciada, cuando apareció imprevistamente el cauce de un arroyo, con un imponente cerro de fondo y un hermoso valle que se distinguía más abajo. En tanto, la luz del sol que caía en el atardecer, provocaba unas espectaculares vistas naturales, con una variedad de tonalidades de colores que fascinaban a sus ojos.
Decidió entonces detenerse un rato con su automóvil en un amplio remanso, para tratar de pensar como podría describir de la mejor manera toda la belleza de ese panorama. Pasados unos instantes, descendió del coche, dado que deseaba contemplar en plenitud la magnifica puesta de sol, que se estaba produciendo bajo el límpido cielo azul y que presagiaba la aparición de la luna en una majestuosa noche estrellada. Pero aún con todo ese esplendor, no estaba satisfecho, porque le faltaba algo más para darle forma a su poesía.
Fue allí, que en medio de ese silencio y envuelto en una suave brisa, creyó escuchar el eco lejano de unos disparos, sobrepuestos por un grito de ¡Viva la Patria! que le parecieron unos sonidos sublimes que provenían desde otro cielo muy distante y que aún permanecían en esas sierras eternas. Entonces, el escritor completó su poema con una epopeya de heroísmo, que estaba mágicamente suspendida en el espacio y el tiempo.
Finalista VI Concurso de Cuento breve. Héroes cotidianos.
Incluido en el libro Amor Intrascenente.
Creatividad literaria. España. Julio 2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario