Llegó
a la habitación en la madrugada cansado y con varias copas de más,
y se recostó en el sofá para conciliar el sueño. De repente
comenzó a oír un ruido molesto, pausado y permanente. Se cubrió la
cabeza con un almohadón, pero las ondas sonoras de aquel ruido era
inaguantable y traspasaban todos los obstáculos. Entonces, se
levantó y fue al baño como pudo, a fin de cerrar la flor de la
lluvia de la bañadera que goteaba constantemente.
Por una sonrisa un cielo.
Publicado
en el libro: Negro con blanco.
Mundo
Escritura. España. Febrero 2020.
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