Como todas las noches sufre de soledad en esa plazoleta abandonada. Al no haber farolas, todo el paisaje está teñido de gris, y bajo el claro de luna descansa un coche desvencijado, junto a unos leños apilados y los restos de una fuente ya sin agua. Al verlo a lo lejos, un vecino que pasa huye con pasos apurados, mientras su perro emite aullidos lastimeros. Es que por las noches, en esa plazoleta abandonada, nadie quiere acompañar al fantasma.
Finalista XI Concurso de Minicuentos. Al claro de luna.
Mundo Escritura. España. Julio 2025.
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