En una mesa frente a la ventana del aula emplazamos un germinador, que era un frasco de vidrio con algo de arena húmeda, rodeado interiormente con un papel secante con porotos. Pero a alguien se le ocurrió orinarlo y al calentarlo el sol, un aroma penetrante invadió la clase. Advertido de la travesura, el maestro lo retiró y lo instaló junto a la ventana del baño. Ante nuestra sorpresa, a los pocos días observamos como los porotos germinaban con vigor.
Finalista IX Concurso de Minicuentos. La lupa.
Incluido en el libro: En el desierto.
Mundo Escritura. España. Noviembre 2023.
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