En
un bar, nos explicaba un anciano marinero
de como en cada puerto se puede hallar un amor.
Ahora ya retirado, al igual que su velero,
sus curiosas leyendas recordaba con dolor.
de como en cada puerto se puede hallar un amor.
Ahora ya retirado, al igual que su velero,
sus curiosas leyendas recordaba con dolor.
Contaba
sus fantasías en un barco perdido,
donde un día, una hermosa sirena le apareció.
O de una barcaza que con el casco carcomido
por siempre entre acantilados, anclada se quedó.
donde un día, una hermosa sirena le apareció.
O de una barcaza que con el casco carcomido
por siempre entre acantilados, anclada se quedó.
Narraba
los desastres en un día tormentoso
que Neptuno y Eolo pudieron realizar.
Alzaron en los mares oleajes encrespados,
y en sólo instantes, mil naves lograron destrozar.
que Neptuno y Eolo pudieron realizar.
Alzaron en los mares oleajes encrespados,
y en sólo instantes, mil naves lograron destrozar.
Esas
y muchas leyendas el viejo marinero
para mitigar nostalgias buscaba relatar.
Lo real es que su nave con velas averiadas,
dormía en la arena, cansada ya de navegar.
para mitigar nostalgias buscaba relatar.
Lo real es que su nave con velas averiadas,
dormía en la arena, cansada ya de navegar.
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