Un hombre de extraño aspecto bajó del autobús en una
parada de servicio, en un bar ubicado junto a la ruta. Un artesano que estaba
en la puerta despertó su interés y luego de revisar durante algún tiempo sus
productos, le preguntó el precio de uno de ellos mirándolo fijamente a los ojos,
y sin esperar repuesta, ascendió rápidamente al autobús.
Una vez allí, se sentó en el asiento junto a la ventanilla, sin quitar la vista del vendedor, que parado con la mercadería en la mano miraba hacia el autobús con el rostro demudado por el espanto. El artesano quería gritar con desesperación, pero habia quedado paralizado con una sensación de entumecimiento mortal. Mientras el autobús se ponía en movimiento y maniobraba para retomar el camino, vio como varias personas del bar corrieron para tratar de auxiliarlo.
― Creerán que fue el calor ―, pensó sonriendo con ironía. Y mientras ese lugar quedaba atrás, se dedicó a contemplar el paisaje esperando con paciencia el arribo de la parada siguiente, gozando de antemano por su próxima víctima, en ese maléfico viaje de vacaciones de Lucifer encarnado en la figura de un hombre.
Una vez allí, se sentó en el asiento junto a la ventanilla, sin quitar la vista del vendedor, que parado con la mercadería en la mano miraba hacia el autobús con el rostro demudado por el espanto. El artesano quería gritar con desesperación, pero habia quedado paralizado con una sensación de entumecimiento mortal. Mientras el autobús se ponía en movimiento y maniobraba para retomar el camino, vio como varias personas del bar corrieron para tratar de auxiliarlo.
― Creerán que fue el calor ―, pensó sonriendo con ironía. Y mientras ese lugar quedaba atrás, se dedicó a contemplar el paisaje esperando con paciencia el arribo de la parada siguiente, gozando de antemano por su próxima víctima, en ese maléfico viaje de vacaciones de Lucifer encarnado en la figura de un hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario