lunes, 5 de marzo de 2018

El último yaguareté

En ese monte vivía el último yaguareté que caminaba atento y cauteloso en pos de su presa. A partir de un atardecer, cuando los ocasos se llenaban de penumbras, comenzó a emitir unos tristes gemidos, al sentir en soledad que se acercaba su fenecer. Hasta que una noche cesaron sus lamentos. Dicen que desde entonces, se escucha como que el viento gime en ese monte, recordándolo al llegar el anochecer.



 

 

 

 

 

 

 

 

Seleccionado I Concurso de microrrelatos sobre el atardecer.

Incluido en el libro: MicroAtardeceres. 

Diversidad Literaria. España. Febrero 2018.


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